martes, 11 de noviembre de 2008

Mi pensamiento


Ayer conversábamos de la falta de alimento en la ayuda fraterna y una respuesta hirió mi corazón, “Es que todo está tan difícil”… Si, realmente está todo muy complicado, pero ¿para quien? Para quien tiene todos los días un plato de comida seguro en su mesa, quien goza de agua y luz en su hogar, un trabajo tal vez con un sueldo mínimo pero seguro, con sus manos sanas para trabajar y una familia unida para compartir las dificultades que se presentan. “Si la cosa cada día está más difícil”. Hermanos, veamos mas allá de nuestras propia realidad, paradójicamente llevamos como Parroquia el nombre de un hombre santo, quien hizo de la palabra solidaridad y caridad una forma de vivir y respirar, y que hacemos nosotros…. Tristemente pasan por nuestro lado hermanos que necesitan de nuestra ayuda, cubierto de una mascara que indica que todo esta bien, sin voltearnos siquiera para brindarles una sonrisa, seamos generosos y orgullosos de tener la posibilidad de entregar amor a través de nuestra caridad, no tapiemos nuestros oídos, ni ceguemos nuestros ojos Con alegría los invito a “Dar hasta que duela” no son significativas estás palabras, meditémoslas y luego a la acción. Y que nuestra respuesta sea otra y no “ES QUE TODO ESTA TAN DIFICIL”.

“Jesús se había sentado frente a las alcancías del templo, y podía ver como la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos y daban mucho, pero también se acerco una viuda pobre y echo dos moneditas de muy poco valor.
Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: “Yo les aseguro que esta viuda pobre a dado más que todos los otros. Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos” (Mc. 12, 41-44)

No hay comentarios: